¿Pensáis que la jerarquía de valores entre los jóvenes ha cambiado en los últimos años?
¿Hacía donde nos dirigimos sino trabajamos valores entre la juventud?
Desde el 2011 se habla de crisis en la sociedad, y no solo se refiere a la crisis económica, sino también a la crisis de valores de la sociedad actual y más concretamente en los jóvenes (Casal; Merino; García, 2011).
De hecho la crisis actual de valores podría verse como una de las causas últimas de la crisis económica (Almacellas, 2013; Méndez-García, 2012). Existe actualmente un conflicto moral entre el uso y la información incluida en las nuevas tecnologías con los aspectos éticos y morales.
Es decir, actualmente prevalecen valores como riqueza, orgullo, egoísmo e hipocresía, y se deja más de lado valores de aspectos éticos y morales, como bondad, empatía, paciencia, gratitud, perdón, humildad, responsabilidad,…
Además en muchas ocasiones, entre la juventud, se aboga por conseguir el éxito con el menor esfuerzo posible.
Es importante trabajar en familia y en las aulas los valores, trabajar y reflexionar sobre lo que realmente nos importa; y animar a promover conductas sanas y saludables, con uno mismo y hacia los demás, para conseguir encontrar acciones adecuadas dirigidas hacia un bienestar común.
Los valores es donde se esconden esas metas motivacionales que nos ayudan y nos mueven a realizar una conducta u otra (Bilsky; Janik, Schwartz, 2011; Davidov, 2010)
Schwartz, define los valores como las “Creencias sobre estados, o conductas finales deseables, que transcienden a las situaciones específicas, que guían la selección o evaluación de la conducta y de los acontecimientos, y están ordenados según su importancia relativa (Schwartz; Bilsky, 1987, p. 551).
Os invito a reflexión sobre ¿Cuales son vuestros valores y vuestras acciones? Pensad si vuestras acciones están alineadas con lo que os importa, o por el contrario os estáis dejando llevar por el qué diran, por agradar o por no decepcionar, y nos estamos alejando demasiado de lo qué realmente nos importa.
Escrito por Marina Alcañiz (Directora Kizuna Psicología, Psicóloga General Sanitaria y Coach personal)
Fotografía gracias a Jens Herndorff