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¿Requiere la situación actual en la aulas deconstrucción por parte de los docentes?

Pegagogía Queer

A pesar de que en ocasiones no lo percibamos, nosotros, como docentes, enseñamos muchas más cosas a parte del temario de la asignatura. Nuestra forma de hablar, nuestras ideologías y nuestra percepción del mundo serían algunos de los ejemplos. Tristemente, nos hemos educado en una sociedad colmada de heteronormatividad, clasismo, racismo, aporofobia, cisexismo, gordofobia, etc. y si no nos deconstruimos en ello, si no nos observamos y cuestionamos, lo transmitiremos a nuestro alumnado. La pedagogía queer tiene el objetivo de poner fin a la perpetuación del miedo a lo extraño, a la homogeneización del cuerpo estudiantil, a través de la promoción de la individualidad y el desarrollo de la propia identidad, única e incómoda (Sánchez Sainz, 2019).

La pedagogía queer consiste en cuestionar constantemente las normas establecidas, y desobedecerlas si es lo que se considera. Por ejemplo, planteándonos aspectos a nivel lingüístico, ¿Por qué utilizamos el masculino como género neutro? ¿Por qué únicamente flexionamos las palabras con o/a, cuando hay personas que no son binarias? Otro ejemplo sería únicamente celebrar o tener en cuenta festividades católico-cristianas mientras existan otros estudiantes en el aula con distintas creencias, o no trabajar nada respecto a la historia y cultura gitana teniendo a uno o varios estudiantes de esa etnia.

En resumen, en este tipo de educación, el conocimiento se construye a través del constante cuestionamiento tanto de lo que recibimos, vemos, como a nosotros mismos y nuestras propias actitudes respecto al otro. Se tiene el objetivo de romper el binomio normal/anormal y, por lo tanto, que no existan únicamente unas determinadas formas de existir o ser correctas, sino que toda forma de ser o existir es totalmente válida (Trujillo, 2015).

Irene García Sinausía

Pedagoga y maestra de infantil