En algunas ocasiones, ante los demás nos sentimos pequeños. Pensamos que sabemos menos que ellos, o sentimos que nos van a juzgar, o que nuestra opinión no va a ser tan buena como la de los otros. Entonces, optamos por dejar de ser nosotros mismos, dejamos de compartir nuestras opiniones. Elegimos no hablar antes de sentir que nos están juzgando. Y damos más importancia a la opinión de los demás que a nuestra propia expresión.
Entonces, comenzamos a pensar que: «no es el momento adecuado», «ya lo hablaremos más adelante», «total … no tiene tanta importancia lo que iba a decir», «para qué decirlo si ya lo está diciendo otro», «no va a llegar a ningún lado». Y así, … de una forma tan sencilla, nos autojustificamos y elegimos no hablar.
El no hablar, no nos ayuda. Nuestra ideas siguen ahí. Por miedo hemos dejado de expresarlas. De esta forma, no estamos ayudando a nuestro bienestar. De hecho, muchas de las decisiones que tomamos cotidianamente las efectuamos sopesando el nivel de felicidad que alcanzaremos nosotros o nuestros seres más queridos (Gilbert, 2006).
Realmente, con la decisión de dejar de expresarnos en situaciones donde se requiere un cierto nivel de interacción social, lo que estamos haciendo sin darnos cuenta, es caer en los errores cognitivos más típicos, como son: Atribución del fracaso a defectos personales y fallos propios sin considerar otros factores, la excesiva evaluación negativa de la propia actuación social, la sobrevaloración de la importancia de la crítica o de la evaluación negativa, la exageración de la importancia de los errores cometidos y/o el mayor recuerdo de la información negativa relacionada consigo mismo, y el menor recuerdo de la información externa proveniente de las experiencias sociales previas.
A esos supuestos cognitivos, se unen respuestas fisiológicas y emocionales como tensión muscular, sudoración, rubor, temor, ansiedad, sentimientos de vacío, boca seca, tartamudeo, etc.
Para ayudarnos a manejar esos pensamientos, sensaciones, y sobretodo, aprender a manejarnos mejor antes situaciones que te hacen sentir parte de lo anteriormente mencionado, hemos organizado el taller: «Actuar sin miedo, actuar con arte».
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